viernes, marzo 10, 2006

SURESTE ASIATICO: CINCO MOCHILAS, SEIS PAISES, CRONICA A OCHO MANOS

Explicado el paso por Vietnam y Camboya de Dani, Moy, Isra y mio -Miki-, en cronicas colgadas entre los blogs 'sigue nuestro viaje' y 'reflexiones y comentarios', pasamos a hacer una especie de cronica conjunta de los siguientes paises del Sureste asiatico, hasta que nos encontramos de nuevo en Kuala Lumpur -Malasia-. Lo relataremos por capitulos, para que lo podais leer mas pausado y a diferentes voces, ya que diferentes fueron los momentos en que pasamos por cada lugar y por tanto tambien las vivencias de cada cual. Empieza Carlos, que nos seguia despues de pasar unos dias en familia en Castelldefels:

TAILANDIA, CARLOS Y MIKI

Tras un inciso en mi viaje regrese a los senderos que previamente habian recorrido mis companeros. No quisiera repetir sobre Vietnam y Camboya lo que muy bien ha comentado Israel, puesto que hice el mismo trayecto aunque con diferentes experiencias. Por lo tanto pasare directamente a Tailandia.

En un hotel situado en una calle perpendicular a la famosa Kahosan Road en Bangkok, fue donde me reencontre con Miki despues de un mes separados. Cuando uno llega a Tailandia, en concreto a la capital, se acerca con esos estereotipos (a veces muy poco acertados) que refleja un pais en la distancia. Fue muy grata la sensacion de apreciar una ciudad donde ese desmadre y jaranas, no es mas flamante que en cualquier otra ciudad de nuestra conocida Europa. Es verdad que la presion internacional de diferentes organismos y gobiernos, sobre problemas tan graves como el sida o la prostitucion infantil, (donde este ultimo convirtio a Tailandia en uno de los templos de dicho fenomeno), han conseguido rebajar los niveles de demanda, por los severos castigos, ya que este pais no podia seguir dando esta mala imagen hacia el exterior, perjudicando sus relaciones internacionales e intereses economicos; que pena que sea por eso!. Pero, como pasa con todo negocio mafioso, este problema no se ha esfumado, simplemente se esta desplazando a otros territorios fronterizos que ven como sus calles se llenan de demandas, y por supuesto, sus correspondientes ofertas.

Es el caso de Camboya, un pais victima de tener una mina por cada habitante; esperemos que no un pedofilo por cada nino y nina con edad de dar patadas a una pelota mas que ofrecer su cuerpo a cambio de dinero para que ciertos adultos jueguen con el.

Regresando a Talilandia...debido a nuestro itinerario y estructura de viaje es cierto que no hemos podido tener una vision mas amplia de este pais, ya que parte del tiempo lo hemos pasado entre Bangkok y Ko phi phi (una isla del sur a dos horas en barco de Krabi).

La folclorica calle Kahosan road de unos 300 metros, es todo un atractivo turistico, por los diferentes coloridos que circulan en ella. Colores de pelo, de piel, de vestimenta, de negocio, tenderetes y tambien de ofertas no muy legales; coloridos de carater, donde puedes chocar con el mas estrambotico personaje, siendo tu el mas comun de los mortales; vaya una verdadera jungla urbana.

La religion mas practidada es el budismo, con un 95%; en cualquier calle te encuentras con uno de sus templos.

Pudimos asistir a los prepartivos en el barrio chino para su nueva entrada de ano, que se celebraba el 29 de Enero por la noche. Habian ofrendas, ensayos de la danza del dragon, espectaculos luminosos, musicales y desfiles.

Al dia siguiente, el mismo 29, teniamos el bus para Krabi; un viaje nocturno de unas 12 h. Dentro conocimos a otros espanoles y a un Argentino; Manu, Gonzalo, MaribeL y Eli. Sobre las 5 de la manana no se le ocurre mejor cosa al autocar que pinchar; completamente dormidos tuvimos que bajar y ser transportados por pequenas furgonetas (esas tipicas que sirven para cargar fruta). Pasamos de ser pasajeros de un bonito bus a ser ganado de un frustrado aviador de combate Tailandes; mas que conducir deprisa, para mi que volaba bajo. Si yo fuera policia y tuviera que multarle, no lo haria por exceso de velocidad sino por no cumplir las normas aereas.

Despues de tan tumultouoso despertar y frenetica carrera llegamos a nuesgro destino. Horas mas tarde, aprovechando el tiempo muerto previo para amistar con el otro grupo de espanoles, subimos a un barco con destino a la isla de Ko Phi Phi. Solamente deciros que son dos islotes, Ko Phi Phi Don y Ko Phi Phi lee. Esta ultima, si habeis visto la pelicula "la playa" con Leonardo Di caprio, sabreis el entorno en el cual estabamos sumergidos, puesto que ahi fue donde la rodaron.

A nuestro pequeno grupo se juntaron Ashly y su novio Neozelandes, Deen. 8 personas, 8 viajeros, hablando el mismo idioma, compartiendo gastos, alojamiento, excursiones, veladas en la playa alrrededor de unas buenas cervezas; largas charlas rodeados de un maravilloso y espectacular paisaje.

El tiempo se para, y casi que tu mente tambien. Te dejas llevar por el vaiven de las olas, hasta conseguir que cualquier acto este en armonia con ese ritmo.

Fueron tres o cuatro dias de puro placer visual compartidos en esa especie de pequena comunidad que creamos de forma casual. Como en todo hay un final, que celebramos alrededor de una pequena cena. El dia siguiente fua la despedida, intercambiamos emails y enprendimos caminos diferentes; el nuestro Kuala Lumpur. CARLOS

Mientras Carlos y yo viviamos esto, Moy nos explica las peripecias de los otros tres compas:

DE THAI Y MALASIA. Moy

Thailandia mas que empezar, acababa desde Camboya y desde el momento en que Miquel ( R1 ), decidia en un gesto valiente y comprometido, a tan solo veinte minutos y con los tickets en la mano del bus hacia Bangkok, que para el camboya no habia hecho mas que empezar.

Todo se hacia muy raro, de cinco que empezamos, en ese momento compartiamos mesa y mantel tres; otros dos lo hacian por separado en distintos paises del sudeste asiatico.

Y parecia otro viaje, y es que era otro el viaje que comenzaba, el que durante mas de veinte dias compartimos solo tres rodamons por otros tres bellos paises. Era bien de noche al llegar a Bangkok, era sabado y ademas el bus nos fue a dejar al ladito de Khao San road, la calle turistica por excelencia de la ciudad.

Nos costo bastante acomodarnos, ya que todo estaba "full", pero mas aun nos costo dormir en una cama para tres en una habitacion estilo camarote; era lo unico disponible, asi que toco apretarse.

La cama no daba para remolonear, por lo que bien prontito nos pusimos a patear la ciudad. El Palacio Real del Buddha de Esmeralda, templos budistas con sus tipicos grupos de monjes anaranjados, el gran Buddha sentado, el gran Buddha de pie no hubo forma de encontrarlo y al dia siguiente estabamos muy cansados para acercarnos al gran Buddha tumbado.

Alli tuvimos la fortuna y la casualidad de encontrarnos de nuevo con Youngsun, la chica Surcoreana que conocimos en Jerusalem. Fueron dos dias bonitos de reencuentro, como si el mundo fuera un hostal y ayer nos hubiesemos conocido en uno de sus pasillos y hoy nos volviesemos a ver esperando el ascensor. Thank you Youngsun.

Alli tambien una casualidad mas, ya que Isra se encontro con dos amigos de Galapagar y alrededores, quien se lo iba a decir, en Bangkok!

Y nos fuyimos a Koh Lanta, clarooo!!! Bonita isla, paradisiaca, pero que sin duda en otro tiempo vivio dias mejores. La huella del tsunami seguia muy presente, el turismo habia emigrado y una caja de carton y un letrero recordaban que de ayuda internacional en Lanta, nada de nada. La gente del lugar, seguia construyendo ladrillo a ladrillo todo lo que la fuerza del mar se llevo.

Aparte de eso, tres dias de calma, una puesta de sol de momento insuperable, primer banito en el Indico....y todo solitos , solitos. .

El viaje continuaba, asi que mochilas al hombro y otro largo viaje ya direccion Malasia.

Antes de llegar a Malasia, y por exigencias del guion ( transbordos ), paramos a dormir en Hatyai, pueblo thailandes cercano a la frontera con Malasia, en el que la gran colonia china habia preparado una gran fiesta para despedir el ano y darle la bienvenida al nuevo chino. Oferta cultural y gastronomica , que no nos quisimos perder y que agradecimos despues del largo viaje y como colofon a Thailandia.

Al dia siguiente ya llegamos a Malasia, mas concreto a George Town en la isla de Penang. Una ciudad pequenita que tampoco nos dio mucho tiempo a descubrir. unicamente Little India, y algo de China Town. Al dia siguiente nos esperaba un ferry hacia Indonesia.....(fin)

....pais que nos explicara mas adelante Isra. Mientras, con Carlos nos habiamos quedado en el momento en el que el y yo partiamos tambien de Tailandia hacia Malasia, continuo yo:
EN TIERRAS DE SANDOKAN Y DEL MICROCHIP

Yo creo que fuera de El tigre de Malasia, 'Sandokan'; mitico personage y heroe literario y televisivo de diferentes generaciones y, de las torres gemelas petronas; los rascacielos mas altos del mundo hasta 2003, poco es lo que la mayoria de los mortales sabriamos destacar de este pais.

Ahora puedo anadir algun dato mas. El actual estado de Malaysia se independizo de Gran Bretana en 1957, pasando a ser una federacion de 11 estados. Los cuales junto a 3 paises asociados mas (dos pequenas colonias britanicas y Singapur), pasaron a ser estado en 1963. Aunque en poco menos de dos anos, este ultimo decidio independizarse de nuevo. Politicamente tiene una particularidad; es una monarquia...electiva!!!. Resulta que sigue siendo un pais de sultanes y entre estos se elige cada 5 anos al nuevo rey.

Y geograficamente, como much@s ya sabreis, tambien es un pais curioso, ya que su territorio esta dividido en dos. Peninsula de Malaysia o M. Occidental, al sur del continente asiatico por un lado y norte de la isla de Borneo o M. Oriental, ya haciendo frontera con Oceania, por otro.

Para acabar de forma breve con los datos, anadir por ejemplo que es el primer productor mundial de estano y que su variada sociedad, mayoritariamente malaya y de religion musulmana, cuenta tambien con minorias importantes, con un 32% de chin@s y un 9% de indi@s (cosa que agradecimos, ya que nos quedamos con las ganas de conocer la India y por lo menos pudimos de esta manera mantener un pequeno contacto).

El 3 de Febrero llegamos de madrugada a la capital, Kuala Lumpur. Dormimos unas horas y aplicamos el plan recien trazado en el bus. Renunciar finalmente a Indonesia, en donde se encontraban nuestros tres compas (excesivamente caros transporte y visado) y buscar como ir hacia la no contemplada en un principio Singapur, (mas asequible en cuanto al transporte, al encontrarse al sur de la misma peninsula malaya y que ademas no reclama tasas de entrada ni salida). En pocas horas estabamos en marcha. Malaysia quedaba para la vuelta, tres dias mas tarde.

Como queria explicar el titulo de esta parte de la cronica, Singapur es la tierra de la tecnologia, que junto a la industria parece que ha propiciado lo que los analistas economicos llaman ejemplo de 'milagro' o 'boom' en el sureste asiatico, (sobre lo que eso implique a nivel de respeto a derechos y/o logros sociales conseguidos a sangre y sudor por trabajador@s de todo el mundo a lo largo de los siglos XIX y XX...ya no dicen nada). Se trata pues de un pais parecido en fisonomia y objetivos socieconomicos a Hong Kong y Canton y con sus escasos 5 millones de habitantes, es en cambio el pais con mas densidad de poblacion del planeta despues de Montecarlo. Con una gran presencia china (76'8% !!!), y algo mas discreta malaya e india (13'9 y 7'9% respectivamente) y teniendo como idiomas oficiales el Chino, el Malayo, el Ingles y el Tamil.

Mi entrada en este pais no podia ser mas accidentada. Y es que entre dormir tan poco y pasar tantas fronteras, uno al final va como los amigos de M. Jackson en el famoso Thriller. Tarde mas de la cuenta en bajar del bus a la llegada a la frontera. Carlos y los demas pasajeros ya se habian adelantado. Yo aun no habia rellenado ademas el papelito oficial de rigor, que me habia entregado el conductor ni recordaba cuando, ya que como digo iba zombie!. El caso es que me pase de listo. Ningun funcionario me dice nada por aqui, ningun otro me lo dice por alli. Ya estoy en Singapur!!!. Vuelvo a subir al bus y empiezan las dudas. Encima, en verdad aun nos encontrabamos en tierra de nadie y lo que me habia saltado era el tramite de sellado de salida de Malaysia. La entrada a Singapur era unos kilometros mas adelante. LLegamos y...no falla. Que si donde esta la salida de el otro pais, yo que no se ni enlazar tres palabras en ingles...total!, que mi bus tiene que continuar, con Carlos adentro (ya habiamos hablado y nos temiamos lo peor. Por suerte mediante otro pasajero pude avisarle de que me dejara un mensaje en internet de donde se alojaria), yo, consigo entender que tengo que volver atras a conseguir el sello. No se ni como me meto en un bus de bajada. Se acaba el trayecto y aun me queda un trozo. Corro como un km, que con las mochilas y los nervios me parecieron 100. Pregunto como puedo y esta vez acierto con el pasillo correcto y por fin me ponen el sello. No tengo autocar. Pregunto y me dicen que solo puedo coger taxi hasta la primera ciudad de Singapur, donde coger un bus a la capital y...me la juego. Le enseno a un chofer mi billete viejo y le pido que me lleve, me envia mas adelante. Otro autocar, vuelvo a ensenar e intentar explicar que he perdido mi bus y eureka!!!. El conductor es un alma caritativa y me lleva hasta mi destino. Eso si, algo mas tarde, mas sudado, mas delgado y mas... despierto!!!.

Con Carlos al final ya quedamos para vernos al dia siguiente. Teniamos todo el dia por delante. Aunque tambien se pude decir de otra manera; solo teniamos un dia para ver un pais...pequenito, eso si. Decidimos que la unica opcion era hacer el guiri/farangi y tomamos un bus turistico que hace varios recorridos a lo largo de todo el dia. Vimos sus rascalielos, sus edificios de muchos colores (como podreis apreciar en las fotos), su barrio musulman, little India, Chinatown, consumismo en grandes superficies.... Al atardecer cambiamos las ruedas por los pies y paseamos por su hermosa bahia que nos esperaba con un plus excepcional... nos encontramos de bruces con las celebraciones del ano del perro, nuevo ano chino, que ademas lo hacen coincidir anualmente con el festival chino de las artes. Feria; guirnaldas, perros, dragones y lamparitas; quioscos en los que se podia encontrar desde un artesanal y artistico caramelo a un tatuador o vendedoras de plantas medicinales; conciertos; performances; lo que para nosotr@s vendrian a ser las tipicas actuaciones infantiles de fin de curso; muchisima y variopinta gente en la calle; un color destacando por encima de todo, rojo vida!... los que me conoceis mejor, sabreis que me faltaban ojos, oidos y tiempo para disfrutarlo todo... que para el festival de Tarrega aun faltan unos meses!.

Esa noche, mientras Carlos ya dormia, aun pude perderme (de forma literal... y ya van unas cuantas veces) por las laberinticas calles del barrio indio (encima bajo una lluvia torrencial) y tener el dudoso honor de poder ver de madrugada; despues de varios meses de no poder hacerlo, como al Barca se le acababa la racha victoriosa en liga, que gafe!.

Poquitas horas despues otro autocar nos alejaba de Singapur. Por fin llegaba el momento de disfrutar de Kuala Lumpur y los alrededores de esta capital. Ademas lo podiamos hacer mas tranquilos, ya que por fin, despues de muchos dias de no tener ninguna noticia, recibiamos un correo de Dani en que nos confirmaba que se encontraban sanos y salvos y camino del reencuentro.

Se trata de otra ciudad de negocios y verticales edificios que rascan las nubes y entre ellos las comentadas torres gemelas petronas (llamadas asi por identicas y por albergar las oficinas de esta empresa petrolera). Pero cuidado!, estas megaestructuras son autenticas bellezas. Han respetado los trazos caracteristicos de la arquitectura arabe y no creo que se parezcan demasiado a ninguna otra colmena de oficinas en el mundo y de noche...mejor os dejo imaginar!. Pero esta ciudad de calor sofocante y mezcolanza de gentes y culturas tiene otras perlas. Si paseas de noche por ella, te regala una ciudad de doradas mezquitas y edificios victorianos tipo Londres, pero con la particularidad de encontrarse vivamente iluminados por centenares de bombillitas amarillentas y refrescados por fuentes de espumosas aguas.

Logicamente, las tierras del nombrado Sandokan, tienen que tener mucho verde. Y evidentemente quisimos palparlo. En concreto nuestro mayor objetivo era visitar la reserva natural Taman Negara, en el centro del pais y donde se encuentra el bosque tropical mas antiguo del mundo...pero nuestro gozo...Resulta que hay que invertir tres dias que no teniamos entre ir, disfrutar y volver (barcas por sinuosos rios incluidas). La aternativa escogida fue una reserva natural bastante mas pequena y cercana a Kuala, "temple Park". A pesar de esa cercania, acertar con el transporte que nos llevara fue una odisea de esas que, si se alarga un poquito mas, renuncias!. Finalmente conseguimos llegar y...una de cal y otra de arena. Por un lado una pequena decepcion, ya que a pesar de ser bastante hermoso y rico en oferta ecologica, es el parque natural mas sucio y descuidado que he visitado y espero que visitare, pero por otro, y quizas debido a esa misma suciedad y la posibilidad de reconvertirla en comida, es que nos encontramos de forma inesperada en medio de un festin de monos de todos los tamanos y genios, incluidas crias colgadas de los vientres de sus progenitor@s. Pudimos gastar medio centenar de fotos e incluso Carlos se atrevio a darles de comer de su propia mano. No aparecio Kabir Bedi, ni ningun tigre, pero por unos momentos, con tanta mona chita, nos sentimos como Tarzan. Dia mas que salvado!
Termino. A la manana siguiente, 8/2/06, cuatro meses justos despues de nuestra partida de BCN, tal y como ya explicamos Moy, yo mismo y luego Isra, nos reencontramos los cinco y en el momento de los abrazos, senti el momento de felicidad mas intenso de estos ultimos meses y quizas anos. No os exagero, ni yo mismo lo esperaba. Fue algo incontenible, como cuando los hombres lloramos en el cine, algunos a su pesar. Miki

Ahi va esa anunciada cronica de Isra sobre sus vivencias en Indonesia y Malasia, con Moy y Dani:

INDONESIA Y MALASIA

Pues si, finalmente tres de los cinco Rodamoncitos decidimos ir a Indonesia, país que se encontraba dentro del itinerario previsto (si tuviera que definir con un solo adjetivo estos casi cinco meses de viaje, "previsible" sería uno de los que menos encajaría, pero eso otra historia que merecería una crónica aparte). Un dato de interés, y que evidentemente yo desconocía: Indonesia es el país con mayor número de musulmanes del mundo (¡eh, también estoy aprendiendo cosas!).

No sabría decir si la decisión la tomamos con la cabeza o con el corazón, pero finalmente creo que fue una decisión acertada. De todas maneras ahora es muy difícil tomar decisiones solo con la cabeza, con tantas cosas que ver a nuestro alrededor, y las cuales puede que nunca volvamos a tener tan cerca. Aun sabiendo que el coste era alto para nosotros, por los malditos visados y el transporte, ¿cuándo tendríamos la posibilidad de volver a un país como Indochina? Esa es una de las mayores peleas que hemos mantenido y seguimos manteniendo durante el viaje: la idea de visitar sitios a los que puede que nunca tengamos la posibilidad de volver, contra el fantasma de un presupuesto al que ya le falta el oxigeno. Aquí además ayudo la idea de que dos semanas serían demasiadas para un país, Malasia, que además de caro, en principio era de paso. No nos podíamos engañar, la decisión estaba tomada.

El caso es que finalmente Moy, mi hermano y yo cogimos un ferry en Pennang (Malasia) que en 4 horas nos dejó en la isla de Sumatra (Indonesia), donde estuvimos perdidos varios días por una serie de pueblos que me confirmaron que la decisión fue acertada.

La conexión a Internet era tan mala como cara, por lo que durante los días que estuvimos en Indonesia, estuvimos aislados de cualquier noticia del exterior. Esto se debe a que la mayoría de los pueblos indonesios tienen que conectarse a través del proveedor que hay en Yakarta, lo que hace que los costes sean muy altos, y que se vean obligados a subir los precios: 24.000 rupias la hora, es decir, mas de 2 euros. Y si a esto unimos que además el gobierno realiza varios cortes de luz al día, para ahorrar energía, la acción de enviar un simple e-mail se convertía en toda una odisea. Gracias a ello provocamos la preocupación de más de una persona, incluidos nuestros queridos Miki y Carlos, que hasta prácticamente un día antes de que nos tuviéramos que encontrar en Kuala Lumpur, para coger el avión que nos debía llevar a Australia, no tuvieron noticias nuestras.

El primer pueblo tiene nombre de origen vasco: Berastagi. Nos hospedamos en el Losmen Sibayak, un hostal bastante majo donde al recepcionista le dio por repetirme una y otra vez que era igual que Gatuso, jugador del Milán (porque si hay algo que ha estado presente cada uno de los días del viaje, y en cada uno los países, queramos o no queramos, eso es el fútbol). Allí coincidimos con Quique, Luis y Cesar, otros tres chavales que venían desde España para recorrer Indonesia y Tailandia durante aproximadamente un mes. De ellos sacamos toda nuestra ruta por el país, siguiendo prácticamente los pasos que ellos habían dado.

Durante los dos días que estuvimos en Berastagi, visitamos por nuestra cuenta Lingga y Dokan, dos pequeñas aldeas de la etnia Batak Karo, que cuentan con unas casas impresionantes de madera de mas de 200 años, completamente diferentes a todo lo que había visto hasta ahora, y donde aun viven en clanes de 10 familias de una forma bastante tradicional. Fue una visita muy interesante, donde aun nos quedo tiempo para comernos un arroz blanco (como casi siempre) con las manos (como empezaba a ser habitual), en el bar del pueblo. Moy y yo aun conservamos nuestras flautas a las que intentamos sacarles nuestra propia melodía, como indica la tradición.

Antes de marcharnos de Berastagi nos enteramos de una oferta para volar desde Pedang (Indonesia) hasta Kuala Lumpur (Malasia), por tan solo 30 euros. Ganábamos casi dos días de desplazamientos al poco tiempo que teníamos para disfrutar de Sumatra, y además era tan caro como todos los autobuses y el ferry que tendríamos que haber cogido para llegar a la capital de Malasia, para reencontrarnos con Carlos y Miki, y volar hacia Australia. Un golpe de suerte más.
Siguiente destino, Tuk Tuk. Una de las cosas que siempre recordare de Indonesia serán los transportes, y hasta que llegué aquí, nunca pensé que volvería a coger un autobús como el que nos llevó desde Addis Abeba hasta Mekele, en Etiopía, unos meses antes… me equivoqué. Este era más pequeño, pero en cambio parecía entrar más gente. Casi se puede tocar el techo con la cabeza, y las ventanas nos se abrían, a pesar de lo cual, todo el mundo fumaba a sus anchas. En algunos trayectos, media hora más hubiera sido suficiente para que me hubiera vuelto histérico. Pero aun no lo habíamos visto todo: en el trayecto entre Berastagi y Tuk Tuk no quedaban asientos disponibles, por lo que fuimos alojados en lo alto del autobús, encima de las maletas mal atadas, y junto a los dos chavales que, trepando por el exterior del vehículo en marcha, se dedican a cobrar los billetes a los pasajeros, ya que por el interior evidentemente no cabe un alfiler. Un trayecto de más de tres horas a unos 80 km/h, por carreteras de mil curvas donde apenas caben dos coches, agarrados a cualquier cosa y de cualquier forma para no caernos, y alguno estuvo a punto. Solo dos ventajas: las vistas eran más bonitas desde allí, y encima podíamos respirar. Creo que esta anécdota la repetiré en más de una ocasión, lo siento.

Tuk Tuk es un pueblo de la isla de Samosir, una pequeña isla que se encuentra dentro de un gran lago, el lago Toba. Nos alojamos en un bungalow junto al lago, y pasamos tres días tranquilos, dando largos paseos en bici (alguno de los cuales acabo con nosotros), escuchando canciones batak y disfrutando de la comida de Jenny, una lugareña que había repartido toda su vida entre las dos orillas del lago.

Barco de vuelta y un nuevo destino en Indonesia, último antes de llegar a Pedang: Maninjau. Otro lago, esta vez más pequeño, en el centro de la isla de Sumatra, y a 900 metros de altitud sobre el nivel del mar. Un lago que es a la vez el cráter de un volcán apagado, en un país que cuenta con no pocos de ellos, y cuyas aguas nos brindo una de las anécdotas más graciosas del viaje… graciosa ahora que ya ha pasado.

Entre paseos en bici y baños, uno de los días decidimos coger la pequeña barca del hostal. Una barca para dos personas donde nos subimos tres (primer error), a la vez que decidimos dejar en tierra una olla que tenía en su interior (segundo error). A cien metros de la orilla, y aun aprendiendo a dominar un artefacto tan sencillo (quien lo diría de unos trotamundos que "han visto y vivido tanto"), se levantó un viento que "enfureció" las aguas de manera repentina. Cuando nos quisimos dar cuenta la barca tenía más agua de la que podía soportar, así que tomé las riendas de la situación, y decidí buscar dentro de la embarcación una olla o algo por el estilo que me ayudará a achicar el agua que había entrado. Nos lamentamos de que a "estos patanes del hostal" no se les hubiera ocurrido dejar cualquier tipo de recipiente dentro de la barca para estas situaciones. La situación era "crítica" y la barca ya había empezado a hundirse. Tuvimos que tirarnos al agua, y mientras dos empujábamos como podíamos, otro se dedicaba a sacar el agua con las manos para mantenerla a flote. Afloró alguna risa nerviosa, que hubiera desaparecido a la hora de explicarle al dueño del hostal, que la barca que gratuita y muy amablemente nos había prestado, se encontraba en el fondo del lago. Pero conseguimos llevarla hasta la orilla de otro hostal a 200 metros del nuestro, con la única respuesta de que aquel que se sorprendió al vernos allí de: "no os preocupéis chavales, ya vendrá a por ella alguien que sepa…". ¿Pero es que este no sabe quienes somos?, ¡somos Els Rodamons!

Perdón por el tono, pero es que nuestro trayecto en bus, y este pequeño incidente, fueron las únicas aventuras dentro de un país en el que pasamos días tranquilos, de vistas preciosas, de gente sencilla, de canciones batak de tres acordes, de alguna cerveza, de paseos en bici, de comidas con las manos, de lagos preciosos, y de pueblos perdidos. Ya solo quedaba ir a Pedang, ponernos en contacto con aquellos que no sabían nada de nosotros, dormir en el suelo de un cyber tras el ofrecimiento de su dueña al preguntarle si podríamos dormir en el aeropuerto (ante nuestro deseo de ahorrar un poco más antes de partir hacía Australia, un país que se presumía caro), volar a Kuala Lumpur, y… reencontrarnos con Miki y Carlos para a estar de nuevo los cinco juntos.

Esto no ocurría desde que en Youngshuo, allá por navidades, el grupo comenzara a disgregarse amistosamente con la marcha de Carlos. Hubo tiempo para contarnos todo lo que habíamos hecho por separado, hacer un balance de los cuatro primeros meses de viaje (positivo teniendo en cuenta los medios con los que contamos, pero con ánimo de mejorar sin perder de vista los errores cometidos), y ponernos en marcha rápido, pues una nueva parte del documental nos esperaba en Australia.

Las Torres Petronas de Kuala Lumpur salieron a despedirnos ya prácticamente de noche, inmensas e impresionantes, como si fueran parte de un cómic, para recordarnos en la última viñeta que algún día volveríamos a Asia. ISRAEL

Bueno, aqui acaba esta novedosa polifonia literaria. Una vez mas os pedimos disculpas a l@s que nos seguis mas de cerca y prometemos que Oceania ya ha salido del horno.

ELS RODAMOS